Hemos conseguido reformar esta casa catalogada adaptándola a los nuevos criterios de eficiencia energética.
Añadiendo 78 m2 y consiguiendo una certificación energética A. Este es un claro ejemplo de que el concepto de casa pasiva puede aplicarse a la rehabilitación de casas antiguas que se construyeron con otras prioridades y ahora toca actualizar a las nuevas exigencias de los inquilinos: más metros y más eficiencia.