Casa unifamiliar aislada situada en Matadepera, diseñada bajo criterios del estándar Passivhaus, está construida con sistema CLT (contralaminado) con revestimientos exteriores de SATE.

Su diseño tiene como objetivo obtener el máximo rendimiento de los recursos naturales y potenciar las vistas espectaculares en la orientación este, donde tenemos la sierra de Sant Llorenç.

Cuando llegaron a nuestra oficina, los clientes disponían de un terreno ubicado en Matadepera, caracterizado por tener unas buenas vistas a hacia la montaña de Sant Llorenç del Munt. Querían aprovecharlas para construir una casa certificable Passivhaus con unas vistas inmejorables.

Bajo esta premisa, nos pusimos a trabajar, encargando el diseño arquitectónico en el despacho referente en cuanto a diseño de casas Passivhaus, Energiehaus.

El proyecto de vivienda unifamiliar, se diseña bajo los criterios del estándar Passivhaus. El edificio tiene una forma poligonal basándose en dos ejes principales, por un lado, el de la calle de acceso con orientación a sur y por la otra, las espectaculares vistas a la montaña de Sant Llorenç del Munt, orientada al este.
Con una topografía pronunciada y las directrices mencionadas, el proyecto se adapta y se organiza en tres plantas. Una de ellas destinada a garaje, donde también se ubican las instalaciones con el equipo de aerotermia y máquina de ventilación mecánica con recuperador de temperatura.

El resto del proyecto se distribuye en planta baja, donde encontramos el salón-comedor y cocina orientados hacia las vistas de la montaña y un baño y estudio orientados a sur. En la primera planta se proyectan los tres dormitorios y dos baños.
En la distribución del proyecto se ha conseguido garantizar el máximo rendimiento de los recursos naturales del clima y aprovechar las vistas que ofrece el contexto montañoso sin alterar la privacidad de sus usuarios.

La estructura de la vivienda es prefabricada de paneles contralaminados de madera (CLT). Con esta estructura CLT se consigue la hermeticidad al aire necesaria para una eficiencia energética y una certificación Passivhaus. Se ha elegido una combinación de materiales de bajo impacto ambiental, que facilitan la difusión del vapor de agua y que aseguran la estanqueidad al aire y al viento.
El aislamiento por el exterior (SATE) ayuda a minimizar las pérdidas energéticas, protegiendo la vivienda de los efectos de viento y evitando problemas de falta de confort en el interior, humedades o condensaciones, durante todo el año.

En cuanto al interior, se ha realizado un trasdosado con celulosa insuflada, por donde pasan las instalaciones. Esta cámara aparte de ayudar a cumplir con los requerimientos para alcanzar el estándar Passivhaus, sirve para pasar todas las instalaciones sin afectar la capa hermética.