Más allá de un gusto por un tipológica compositiva determinada, una economía de medios y un gusto por el orden, interpretamos ese requisito como un anhelo de armonía o una cierta aproximación poética a la idea de vivienda como segunda piel.
Este proyecto es una exploración sobre el entorno interior doméstico y sus cualidades esenciales con relación a lo externo.
Así, además de resolver los aspectos técnicos derivados de la necesidad de una construcción eficiente y económica, el proyecto se centra en la búsqueda de aquellas calidades espaciales capaces de proporcionar un entorno doméstico cálido y confortable y una atmósfera exterior equilibrada.
Para ello, se trabaja con volúmenes paralelepípedos y materiales industriales sencillos. Se disponen dos volúmenes separados por un espacio exterior igualmente ortogonal, aprovechando así al máximo la superficie del solar. Uno de ellos contiene una vivienda compacta y el otro un pequeño taller. La proporción del vacío entre ambos, así como la materialidad y cromática de los volúmenes, buscan centrar la atención en el espacio exterior intermedio, tensionando la cercanía entre los volúmenes y proporcionando una cierta sensación de privacidad, recogimiento, intimidad. Construido basándonos en una estructura de entramado ligero, las fachadas internas de esos volúmenes aparecen como caras sensibles a la luz –la del día y la artificial- reflejando sutilmente la tonalidad del cielo o las sombras del entorno o el interior de la textura superficial de su acabado de policarbonato translúcido.
El interior se conforma a través de espacios cúbicos de paneles estructurales de OSB que organizan las funciones dividiendo la zona de día en planta baja y la zona de noche en planta primera. La materialidad, proporciones de los distintos espacios y la ubicación de aberturas, favorecen una percepción de la vivienda como lugar íntimo, silencioso y confortable.
La casa se ha modelado, construido y verificado siguiendo los requerimientos de demanda energética, estanqueidad y control de puntos térmicos del estándar Passivhaus. El resultado es 100% certificable.
Créditos:
Proyecto: Pilar Calderon y Marc Folch (CALDERON-FOLCH STUDIO) y Pol Sarsanedas.
Dirección de Obra: Pilar Calderon y Marc Folch (CALDERON-FOLCH STUDIO)
Colaboradores: Marc Sanabra (estructura), Joan Vilanova (dirección de ejecución)
Construcción: Papik Cases Passives
Fotografías: José Hevia
Localización: Argentona, Barcelona